lunes, 31 de octubre de 2011

He de preguntarte: ¿Qué harías con tal de evitar una guerra?

Me veo en la obligación de puntualizar un hecho que nos incumbe a todos. Estamos envueltos en una situación crítica: Qué decir, no hay mejor manera que empezar un siglo y un milenio con una posible guerra mundial. Puede que sean conclusiones formuladas a la ligera, o puede que padezca algún tipo de enajenación mental, pero a pesar de que ni lo deseo y francamente me da miedo todo este asunto, hay que reconocer esta amenaza.

Pensad fríamente: ¿Hace cuanto que la humanidad no asume un conflicto bélico a gran escala? Si, desde la segunda guerra mundial. Han pasado más de 70 años desde entonces. Si nos ponemos a comparar fechas, el margen de tiempo desde la primera a la segunda guerra mundial ha sido de menos de 30 años, en comparación con los 70 que llevamos. Es un hecho. Ignoremos lo acontecido en la guerra de Corea, en Vietnam, en Afganistán, en Iraq, en Libia… Son meros sumideros, llámalos “excusas” para sacar a mercado, así como utilizar, renovar, investigar…armamento. Y Si ya de paso, te cargas al jefecillo de la potencia enemiga, pues mira, eso que ganas. Siempre se ha hecho, y desgraciadamente, siempre se hará.

Posiblemente el caso más descarado de utilizar esa política armamentística sea EEUU, ya que lo vemos todos los días en la televisión. Sin embargo, países como Irán están avanzando en política nuclear, y exige los derechos para ello. China más de lo mismo, porque inevitablemente será de las más punteras, tecnológica, económica y militarmente potencias del globo en menos de una década. Rusia no se queda atrás. Desde la Guerra Fría lleva acumulando excedentes de armas, y siguen creando cada vez más armas y más mortíferas.
Estos temas se abordaron durante la mesa redonda “Concepciones militares y desafíos del siglo ХХI” celebrada por la revista Foreign Affairs en el Instituto Estatal de Relaciones Internacionales de Moscú, el pasado 26 de abril:
“Las contradicciones que existen hoy en día, muestran que puede estallar la guerra de cualquier tipo”, indicó Sivkov,  primer vicepresidente de la Academia de Problemas Geopolíticos de Rusia.
A su juicio, un conflicto local puede ocurrir en Oriente Próximo con una probabilidad del 50% y la operación militar en Libia lo evidencia.
Los expertos no descartan la posibilidad que EEUU inicie la operación militar contra Irán, aunque es más probable que Washington no sea iniciador de esta sino forme parte de las fuerzas de paz de la OTAN en conflictos muy probables entre Irán e Israel o Irán y Arabia Saudí.
“En todo caso, un ajuste de cuentas entre Irán y EEUU es inevitable”, anunció Grigori Tíschenko, jefe del Departamento de la política de defensa del Instituto ruso de Investigaciones Estratégicas.

En lo que me incumbe a mí, la guerra a corto-medio plazo es inevitable, salpicándonos o no. Aun así los medios no hacen nada por evitarlo, ni mucho menos los gobiernos. Todo contribuye a ello: La crisis económica mundial, el fanatismo religioso, el terrorismo, los cambios de gobierno en Asia Occidental, la prepotencia de las grandes potencias mundiales…

Sin tener nada que ver, me declaro consumidor de videojuegos, en especial de los bélicos, y si, ni ese tema se salva. Me explico: Cada vez son más realistas, más atrayentes y más absorbentes. No sería problema de no ser debido a que todos los estrenos de este tipo de videojuegos de última generación están enfocados a una posible tercera guerra mundial. ¿Paranoias mías? Pueden serlo. Sin embargo, estamos sometidos constantemente a una sugestión por parte de los medios hacia ese campo, una especie de “preparación mental” para una posible guerra. Si no…no lo entiendo por qué tanto fanatismo por lo militar.

Echa un vistazo a Battlefield 3 y verás un conflicto en 2014 que enfrenta a EEUU y a Irán a gran escala.
Visualiza Call of Duty: Modern Warfare 3 y prepárate para una invasión rusa a las costas de EEUU.
Son dos ejemplos simples, pero es inevitable pensar en la conexión entre ficción y realidad, y la delgada linea que cada vez menos las separa.
Sinceramente…todo este tema me da mucho miedo. No quiero vivir una guerra y ni mucho menos participar en una.  Aun siendo fan de todo lo bélico, no quiero “jugar” a matar a personas de verdad, y menos a que alojen una bala entre ceja y ceja.

Preguntaos que podeis hacer vosotros por contribuir a no caer en todo esto, no inciteis al odio, a la discriminación, a la hipocresía o a la violencia. Preguntaos si valdría la pena evitarlo.

Como dijo Albert Einstein: "No tengo la menor idea de como se luchará la tercera guerra mundial, pero estoy seguro de que la cuarta se hará con piedras y palos"
                                                           La imagen habla por sí sola.

jueves, 27 de octubre de 2011

¿Tecno-qué?



Creo que nunca te has dado cuenta de lo que te rodea. No te has parado a pensar en lo mucho que dependes de la tecnología para sobrevivir. No tienes ni idea de la cantidad de pasos que han dado personas para que puedas leer esto.
Obviamente, no me voy a poner en plan catedrático porque no lo soy. Soy un mero usuario de la Red de Redes, con un nivel medio de educación pero con muchas ganas de aprender.

Ahora bien, mira tu teléfono móvil y aprecia sus características, su tamaño, sus materiales. Piensa que hace menos de una década les doblaban en tamaño, ¿pantallas a color? Mi primer móvil tenía una pantalla minúscula, sin color, con tal resolución que los pixeles te comerían vivo si les dieses esa oportunidad. Del sonido ni hablemos, eso de ir escuchando música con el móvil por la calle olvídalo, ya teníamos una cosa llamada “walkman” que servía para ello, aunque tuviésemos que rebobinar la cinta de casette con un boli bic. Aunque te suene arcaico todo esto, sólo paso hace unos cuantos años. Si, posiblemente eras de los que como yo, vivimos con la moda de los móviles que cada vez se hacían más pequeños, para pasar de verdaderos adoquines con antena a móviles-llavero.
Sin embargo, ahora mira a tu alrededor: gigantescos móviles súper avanzados, pero no dejan de ser ladrillos que no te caben en el bolsillo. Además, el término “teléfono móvil” se ha desvirtuado. Ahora es una verdadera plataforma de entretenimiento individual. Desde imágenes, videos y música, hasta juegos, relaciones sociales e información. Date cuenta de la velocidad a la que avanza la tecnología.



Y a qué velocidad…hoy buscando por Internet me ha asaltado un artículo sobre tecnología. Dentro de unos pocos años, con suerte cambiaremos nuestro tan cómodo material todo-uso llamado “plástico” por otro llamado “grafeno”. Al parecer, tiene, porque que se está materializando ya, doscientas veces la dureza del acero, es flexible y conductor de la electricidad. Amigo, estamos viviendo el futuro. Da la bienvenida a las pantallas de ordenador flexibles, la información vía Internet y el ocio sin salir de casa.
¿Qué sería de nosotros sin ella? En un mundo dominado por la comodidad, el mínimo esfuerzo, y la sencillez como objetivo prioritario, solo unos pocos serían capaces de sobrevivir en el mundo real, de vivir sin esas cosas que trabajan por nosotros, sin meter la palabra clave de turno en el buscador de Google.

Haz un alto en tu vida, recuerda que tienes un perro al que pasear, recuerda que tienes un parque al lado de casa en el que puedes pasear de vez en cuando, deja de mirar por un segundo tu móvil para ver si tienes un nuevo mensaje en el WhatsApp. Apaga tu IPod, coge una chaqueta, ármate de valor y sal a ver el mundo real.  Disfruta de un columpio mientras llueve, salta en charcos, rebózate de barro. 
Vive.

Prólogo

Hola Lector, te llamaría de otra manera, pero no me sé tu nombre.
He de decirte que es mi primera andanza por estos lares, que me pillas descubriendo lo que es un Blog, que soy un novato vamos.
Aviso a navegantes: Es un blog personal. Aqui expongo mi forma de ver la vida, te guste o no. Mi intención no es crear polemica ni controversia. Mi ideología, mi visión, mi punto de vista, lo quiero compartir contigo, eres libre de leerme o no, aunque espero que si. Dicho esto, vamos a la miga.
Hoy escribiré mi primer articulo, mi primera entrada.
¡Bienvenido!