martes, 10 de enero de 2012

Armas raras, curiosas, efectivas (y no tanto) de la Segunda Guerra Mundial - Parte 1

Todo el mundo sabe que la Segunda Guerra Mundial marcó un punto clave en la historia del siglo XX. pero, hasta que punto? Conocemos los aviones, los submarinos, los tanques, las armas de fuego, las bombas...que tienen en mayor medida fama a dicho conflicto. Pero no sólo fueron estas armas las que crearon innovaciones en el campo tecnológico, sino mas bien en el campo de batalla.
Sin embargo, por muy buenas que fuesen todas las ideas en un principio, algunas resultaron...por llamarlo de alguna forma...absurdas, locas, excéntricas, que se dividen en su mayor parte por la facción que las tuvo.
En este primer apartado veremos algunas de ellas, por parte del bando aliado (EEUU, Reino Unido, Francia, Rusia y Canadá):

Armas raras de los aliados

H.M. Habbakuk- El portaaviones de hielo

Europa se ve sumida en la guerra, los nazis controlan el Atlántico con sus U-boats y los barcos de transporte de suministros provenientes de EEUU son diezmados por los alemanes, con un registro aproximado de 30.000 vidas humanas. Los Aliados, desesperados por esa gran brecha de agua que separa ambos continentes y sin posibilidad de mantener una flota aerea en mitad del océano para proteger los convoys, busca soluciones.

Uno de estos proyectos mostrados en la mesa de Churchill fue el protagonizado por Geoffrey Pike, un científico, inventor y un tanto excéntrico. Viendo las cualidades de flotabilidad y resistencia del hielo, propuso la idea de crear una isla artificial que albergase un aeródromo, un base de municiones y un puesto antiaéreo, utilizando un iceberg remolcado hacia donde se desease.
Era costoso, así que por motivos lógicos no se llevó a cabo. Sin embargo, tuvo otra genial idea: con bloques de hielo crearía una superestructura flotante a modo de portaaviones, pero se derretiría con el tiempo. Después de esos dos intentos fallidos, tuvo la brillante idea de mezclar serrín y virutas de madera con agua, para luego congelarlo. Daba así como resultado un bloque de hielo con la resistencia y la dureza del hormigón, pero conservando las propiedades del hielo. A este ingenioso material le bautizó como "Pykrete" u "Pykeormigón"

Volviéndolo a presentar, Churchill se decidió por empezar el loco proyecto. Las pruebas se llevaron a cabo en el lago Patricia, en Canadá. Sin embargo...debido a lo caro que era producirlo, ya que requería un sistema de congelación dentro del portaaviones para mantener fria la estructura, el coste en papel, madera y acero para los sistemas de refrigeración y en ese momento, el Proyecto Manhattan, mataron definitivamente el proyecto.

Los restos aun se conservan en el fondo de dicho lago, para deleite de buceadores.

El conclusión: quien no tiene su propio barquito hecho de hielo, es porque no quiere.